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Los músicos de Bremen ya lo sabían: ¡la vida en esta ciudad es fantástica! Hace 200 años, el burro, el perro, el gato y el gallo emprendieron juntos el camino. Su destino: la gran ciudad situada a orillas del Weser. Y tenían razón: Bremen, que junto con Bremerhaven constituye el land más pequeño de Alemania, goza del encanto de una metrópolis animada. Aquí la tradición se une con la modernidad, calidad de vida urbana con el bienestar del norte de Alemania. Bremen, la ciudad de los trayectos cortos. En ninguna otra parte la historia, la cultura y el modo de vivir están tan entrelazados como aquí, a menudo tan solo a un paseo de distancia. Sobre todo la llegada por el aire supone un importante ahorro de tiempo: desde el aeropuerto al centro de la ciudad tan solo hay once minutos en tranvía. Vaya por tanto tras las fantásticas huellas de los músicos de Bremen y sumérjase en el ambiente de bienestar de la ciudad.
El pulso de la ciudad bate alrededor de la histórica plaza Marktplatz. Mirando hacia la Catedral de San Pedro aquí encontramos la estatua de piedra del Rolando, un símbolo local de la independencia. Junto con el magnífico Ayuntamiento está incluido en el patrimonio mundial de la UNESCO. Y justo al lado encontramos a los músicos de Bremen que invitan a tomar una foto de recordatorio. Desde la Böttcherstraße, un atractivo arquitectónico lleno de sorpresas, se llega al paseo marítimo Schlachte. Un refresco en la mano y vistas al río Weser, que resplandece bajo la luz de la puesta de sol, esto sí es tener la sensación de vacaciones. Además: el buque Alexander von Humboldt, conocido mundialmente a raíz de la publicidad en televisión, está anclado aquí y es muy apreciado tanto como restaurante como hotel flotante. Desde el Schlachte hasta el barrio de Schnoor, el casco antiguo medieval con sus callejuelas y pintorescas casitas, tan solo hay que recorrer unos pocos pasos.
¿Es una ballena, un mejillón o un pistacho? El aspecto del edificio del Universum Bremen se polariza: en el interior del Science Center interactivo le esperan más de 250 objetos de exposición sobre tecnología, el ser humano y la naturaleza. Sin duda, Bremen ofrece una gran variedad tanto para los exploradores mayores como para los de menor edad: en el jardín botánico con el parque que lo rodea florece la segunda colección de Rododendros más grande del mundo, en el Museo de ultramar los más ávidos de saber pueden viajar a continentes lejanos y el centro de visitantes Airbus en el parque financiero Airport Stadt ofrece a los entusiasmados por la aeronáutica una perspectiva del lejano universo. Y al que le guste sentir un cosquilleo nervioso, en el circuito de vehículos todoterreno «The Rock!», cerca de la segunda planta Mercedes más grande del mundo, encontrará justo lo que está buscando.
No siempre tiene que ser el Louvre o el Tate Modern: la sala de arte Kunsthalle Bremen se ha hecho un nombre a escala internacional con sus exposiciones itinerantes. Con el festival de calle La Strada la ciudad se llena de color: payasos, artistas y bailarines de todo el mundo transforman la ciudad en una pista de circo inmensa. La Breminale también ofrece múltiples escenarios cuando cada año 200.000 visitantes acuden a este festival de música y cultura en la orilla verde del Weser. El búnker de Valentin, en el norte de Bremen, constituye un lugar memorial muy especial. Este permite experimentar la historia de más de 10.000 trabajadores forzosos, que tuvieron que trabajar allí durante la Segunda Guerra Mundial.
El principal producto de exportación verde de Bremen con el símbolo de la llave es conocido en todo el mundo. Por eso, es imprescindible realizar una visita guiada por la tradicional fábrica de cerveza Beck. Pero la antigua ciudad hanseática todavía tiene mucho más por ofrecer: el exquisito chocolate Hachez tiene sus orígenes aquí, la bodega Ratskeller ofrece una enorme variedad de selectos vinos y, si el viento sopla favorablemente, los exquisitos aromas de los tostadores de café se aprecian en sus calles. Tanto si se trata de un aperitivo o deliciosos pasteles: los ciudadanos de Bremen saben cómo disfrutar. Y si alguien ha comido demasiado, podrá perder fácilmente esos kilos de más: la mejor manera de descubrir Bremen es en bicicleta, tanto por la ciudad como los espacios naturales del entorno.
Antiguamente grandes barcos y hoy construcciones modernas: desde principios de los años 2000, en la ciudad de ultramar, el antiguo barrio portuario, ha surgido un barrio completamente nuevo donde se mezclan viviendas, industria, ocio y cultura. Contrariamente, el animado barrio de Bremen Szenequartier está muy arraigado: en las múltiples tabernas, discotecas y restaurantes merodean artistas, estudiantes y otros amantes de la noche. Asimismo, hay dos eventos que los visitantes deberían marcar bien en su calendario: en otoño se celebra el Freimarkt, la mayor fiesta popular del norte de Alemania y la respuesta de Bremen a la Oktoberfest de Múnich. Y sin olvidar el mercado navideño, que con su Schlachtezauber es uno de los más bellos de Europa.
© Musikfest Bremen - fotoetage